
El solitario ha sido un elemento constante para los procrastinadores profesionales desde tiempos inmemoriales.
Muchos hogares, incluido el mĂo, usaban el juego de cartas casual para matar el tiempo: arrastrar cartas, dejarlas caer y planificar conjuntos con anticipaciĂłn, todo en un esfuerzo por atrapar los fuegos artificiales finales.
Nunca fui muy bueno en Solitaire, pero como adulto entiendo Word Solitaire, una versiĂłn remezclada del clĂĄsico del desarrollador indie Petri Purho.